16/12/17

Poema de Hugo Francisco Rivella




Vivir más de la cuenta

Vivir más de la cuenta, esa es la eternidad.
Salvarse de la horca y de la guillotina, decir como mi madre:
“He cumplido 95. Se me fue la mano”
Y ¿Dios, entonces?
Dios muere conmigo porque soy su creador.
Yo pinté en el almendro su larga cabellera y en el ojo del niño incrusté su secreto;
puse en la prostituta una rosa lavada y en la mano que sangra dibujé una máscara.
Cierro mi corazón, lo vuelvo impenetrable.

Dejo en tu lengua una llave minúscula.



© Hugo Francisco Rivella

4 comentarios:

Blogger Marta Rosa Brignolo ha dicho...

Hugo tu poema deja pensando ...
Me gustó!
Marta Rosa

16 de diciembre de 2017, 14:06  
Anonymous jorge carranza ha dicho...

"Dios muere conmigo porque soy su creador". Cuanto dice y cuanto no dice esa línea poeta.

17 de diciembre de 2017, 11:54  
Blogger Fabiana León ha dicho...

Muy bueno! Tu poema deja en mi lengua una llave

17 de diciembre de 2017, 17:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Hugo Francisco:Esa enumeración logradísima y lúcida, con momentos líricos impresionantes:"Yo pinté en el almendro su larga cabellera y en el ojo del niño incrusté su secreto", finaliza con un verso liberador, el de la "llave minúscula" como legado. Excelente Irene Marks

19 de diciembre de 2017, 11:26  

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