16/8/17

Poema de María Ángeles Pérez López




[Tijeras que no]

Tijeras que soñaron con ser llaves
acercan su metal hasta la llama
y lloran aleación incandescente,
el filo en que florecen las heridas
sobre el silbido agudo del acero.
En su silueta par, en su desdoble
de dedos que saltaron por el aro
como animales tristes y obedientes,
las tijeras se niegan al destino
de amputar la memoria de la lana
y el cordón que nos ata a los relámpagos.

Ellas cortaron días y raíces,
el estupor carnoso en las cerezas
con su gota de luz para encender
la boca de los pájaros, el hilo
que sostiene prendidas las palabras
dignidad, avellana, compañero
y el vientre del pescado en que se oxida
la llave de los vientos y el fulgor.
Tijeras que cortaron los mechones
de pelo de los niños en la inclusa
y el fino filamento del wolframio
que amparaba la noche de zozobra.
Tijeras que no quieren ser tijeras
y acercan hasta el fuego su pesar
para romperse ardiendo contra el yunque
y al disolver su nombre en los rescoldos,
abrir el corazón y sus ventanas.


© María Ángeles Pérez López

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3 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Excelente poema, poesía exquisita.

Abrazo
Elisabet

16 de agosto de 2017, 14:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un elemento indispensable en nuestras vidas, que se convierte en palabras exactas de nuestro diario vivir.
Felicitaciones y saludos.
Anahí Duzevich Bezoz

16 de agosto de 2017, 20:25  
Anonymous laura elena bermudez de tesolin ha dicho...

asi es una poesía muy rica en imágenes y metáfora excelente

16 de agosto de 2017, 21:02  

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